La araña de jardín europea (Araneus diadematus), también conocida como araña de la cruz o araña portacruz, es una de las especies de arañas más frecuentes en jardines de Europa y América del Norte. Se reconoce fácilmente por la forma de cruz blanca compuesta de manchas claras en su abdomen, un rasgo que le ha otorgado su nombre popular. Las hembras son más grandes, con longitudes entre 10 y 18 mm, mientras que los machos son más pequeños y estilizados, raramente superando los 10 mm. Su coloración varía del beige al marrón, con posibles tonos anaranjados o grisáceos, lo cual le permite camuflarse eficazmente entre la vegetación. Es común verla en el centro de su tela espiral, esperando inmóvil la llegada de una presa.
Además de su patrón visual tan característico, la araña de jardín cumple una función ecológica importante al regular las poblaciones de insectos, actuando como aliada del jardinero. Prefiere ambientes abiertos y parcialmente sombreados como linderos, praderas y jardines. Sus telas, de gran regularidad, suelen llamar la atención por el rocío matinal que las cubre. Aunque su aspecto puede impresionar, esta araña es inofensiva para el ser humano, produciendo como mucho picaduras leves y poco dolorosas en caso de sentirse amenazada. Observar su modo de cazar y construir la tela resulta fascinante para los amantes de la naturaleza.
Fuente: www.aujardin.info