Esta foto está tomada con un móvil en pésimas condiciones de luminosidad. A pesar de ello, quise publicarla porque muestra un oficio que como otros muchos se va perdiendo: el de restaurador de damajuanas. Se trata de un artesano especializado en la recuperación y reparación de estos grandes recipientes de vidrio, históricamente utilizados para almacenar líquidos como vino o aceite. Su labor implica limpiar cuidadosamente las damajuanas, eliminar suciedad, depósitos o manchas acumuladas con el tiempo y reparar posibles grietas o deterioros del vidrio mediante técnicas manuales y materiales especializados. Además, este oficio requiere conocimientos sobre la manipulación segura del vidrio antiguo y, en ocasiones, sobre el trenzado de mimbre o protección exterior que suelen llevar estas piezas. Gracias a su dedicación, las damajuanas recuperan su funcionalidad y belleza original, manteniendo tanto su valor histórico como decorativo para nuevos usos en la actualidad.